La enseñanza de la Religión Católica en Educación Secundaria Obligatoria (ESO) es un reto complejo. Nuestros alumnos están, ya que los alumnos se encuentran en una etapa de desarrollo personal e intelectual en la que comienzan a cuestionarse los valores y creencias con los que han crecido. Su mundo se expande y se hacen preguntas que a veces que son difíciles o controvertidas que pueden poner a prueba la capacidad del profesor para responderlas de forma adecuada.
Por otro lado, el currículo LOMLOE para Religión Católica establece que los alumnos deben desarrollar la capacidad de "pensar de forma crítica y reflexiva sobre las cuestiones religiosas". Esto implica que los profesores deben estar preparados para abordar estas preguntas de una manera abierta y respetuosa e incluso, me atrevería a decir, fomentarlas.
En este artículo, vamos a ofrecer algunos consejos sobre cómo los profesores pueden abordar las preguntas difíciles en la enseñanza de la religión. Estos consejos se basan en las competencias específicas y los criterios de evaluación del actual currículo LOMLOE para Religión Católica en ESO y en algunas experiencias del autor.