¿A quién no le gusta el chocolate? Esa textura densa y deliciosa que lo hace adictivo es la clave de su atracción. Por eso la teología en este nuevo currículo va «rellena de chocolate», porque la reflexión razonada sobre Dios es lo que da sentido a la Religión y es la tarea fundamental de la ERE. Saber presentarla con la sutileza y el atractivo del chocolate es el arte que necesita, como buen repostero, el profesor o profesora de Reli. Ianire Angulo y Antonio Caño nos lo cuentan de forma clara y sugerente.