La “gamificación” consiste básicamente en aplicar la filosofía del juego a un ámbito que no está directamente relacionado con los juegos. Es decir, que usa elementos de los videojuegos con el fin de influir en el comportamiento de los jugadores.
La gamificación aplica técnicas de Psicología y Educación para fomentar de una forma positiva el aprendizaje del usuario. Por eso tiene un buen campo de cultivo en el ámbito la educación (Díaz y Troyano, 2013). A nosotros, profesores de Religión Católica, la gamificación puede ayudarnos a hacer nuestras clases más motivadoras.