Parece que el hacer cosas por los demás no está de moda en nuestra cultura. Es más, protestar frente a lo que uno considera injusto, deriva en barbarie y sin sentido y frente a sa cultura de la "incultura", aparecen gestos que nos hacen pensar como el de esos adolescentes de Logroño capaces de remangarse y ponerse a recomponer lo que otros han destrozado.
Es una cultura de vida. Proponemos, siempre desde el currículo, trabajar con los alumnos de 4º de ESO este gesto viral para que no pase de largo y no sirva para crear cultura de vida.