María es una de las principales figuras del Tiempo Ordinario. Ella aprendió a esperar a Jesús y que lo concibió en su corazón antes que en su vientre, sostiene este tiempo litúrgico. Verde es el color del Tiempo Ordinario. En María encontramos el modelo de cómo vivir con radicalidad este tiempo. Esta oración sencilla puede ayudarnos al comienzo de la mañana a poner el acento en nuestros deberes, en lo que hay que hacer en nuestro día a día. A las puertas de la Cuaresma, ella ilumina nuestra espera con los ojos fijos en la Pascua.